jueves, 20 de julio de 2017

Etapa 2: Llançà - Espolla

Como se dice en el Tour: "etapa de transición". No es que sea corta, pero hay muy poco desnivel, y se hace muy bien. Como decimos en Catalunya: xino-xano. Lo que tiene de malo es que transcurre toda por pista, en ocasiones asfaltada, e incluso por carretera, lo que la hace muy monótona.

Pero a lo largo de 800 kilómetros tiene que haber de todo, así que a las 7 de la mañana ya estoy desayunando un bocadillo de jamón king size (ahora me arrepiento de no haberlo fotografiado) y a las 7:45 comienzo a andar. Hoy también el día está bastante nublado. Incluso cuando llevo media hora comienza a llover. Me paro, saco el chubasquero, dudo si ponérmelo y al final decido no hacerlo. Y acierto, pues sólo se trata de una nube pasajera y deja de llover.

Continúa el camino en suave subida. Voy a un ritmo tranquilo, hoy preveo acabar pronto y no quiero quemarme en las primeras etapas.

Última vista del Mediterráneo llegando al Coll de les Portes
Ermita de Sant Silvestre
Tranquilamente llego a Vilamaniscle, donde preveo tomarme un café (realmente me estoy tomando la etapa con calma). Desgraciadamente, tras preguntar a una lugareña que está tranquilamente tomando el aire en la terraza de su casa (lo de lugareña es irónico, era alemana) resulta que el bar está cerrado, así que lleno las dos cantimploras en la fuente del pueblo, como un par de galletas y continuo.


Vilamaniscle desde el Coll de la Serra
Sigue la misma tónica, pero poco a poco las nubes van desapareciendo, lo que empieza a hacer la etapa un poco pesada. Afortunadamente, al igual que ayer, abundan los zarzales llenos de moras junto al camino, con lo que no paro de comer. No comía tantas moras desde que era pequeño y en el pueblo íbamos a coger en un sitio donde abundaban.

Viñas D.O. Empordà
Llega la subida más fuerte de la etapa, hasta el Coll de la Plaja. Lo de "fuerte" es por decir algo. Si esto es fuerte no se cómo llamar a lo que me encontraré en el Pirineo central.

Sant Quirze de Cólera llegando al Coll de la Plaja
Tras el collado, una suave bajada. Cuando se llega a Mas Pils, la pista acaba en la carretera. Y a partir de aquí quedan 9 kilómetros de "agradable" paseo por asfalto hasta Espolla.

¿ Sombra ?. No, gracias.
Casi dos horitas. Además, las nubes han decidido acabar su jornada laboral por hoy y el sol luce espléndido al mediodía. ¿ Qué más se puede pedir ?.

Llegando a Espolla
Llego a Espolla a las 14:45. Entro en el bar del pueblo, como el menú, y voy a la pensión donde repito la rutina diaria. En la revisión de pies encuentro una ampolla que explica la molestia (casi dolor) que notaba. La curo (aguja e hilo). Veremos cómo va mañana.

Con esto en la habitación, ¿ cómo voy a madrugar mañana?
Y hoy, como he ido bastante rato por el sol por la carretera, ahí va eso:


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