miércoles, 19 de julio de 2017

Etapa 1: Cap de Creus - Llançà

Ahora sí que ha llegado el día. Me levanto a las 6:30, me ducho y bajo a la calle donde a pesar de ser pronto ya comienza a haber actividad. Aunque es un sitio muy turístico, no es el típico turismo que podríamos encontrar en otros pueblos de la costa, aquí la gente parece más tranquila.

Desayuno, a las 8 me recoge el taxi, y en quince minutos ya estamos en el faro. Según me cuenta por el camino, es frecuente que lleve o recoja a excursionistas que hagan algún tramo del GR. Llegamos al faro y me desea suerte.

El faro
Así que me doy una vuelta por la zona, admirando el paisaje. No voy a bajar hasta el mar, ni hasta la misma punta del cabo, hace bastante viento y hay bastantes olas, estaría bien que tuviera una caída justo antes de empezar.

Así que me pongo crema solar (a pesar de que hay algunas nubecillas) y comienzo.



El camino al principio va por un senderito y a ratos por la carretera. Es un tipo de paisaje bastante rocoso, a veces me recuerda el paisaje volcánico. Hay poca vegetación, y el mar está siempre presente a a ambos lados del camino.


Una calita
Poco a poco el sendero se transforma en pista y va apareciendo la vegetación, aunque con pocos árboles. El camino ya será así todo el rato hasta Port de la Selva.

Un punto de avituallamiento. El camino está lleno, me he pegado un hartón.
Mmmm... ¿ Hacia dónde voy ?

Sant Baldiri

Port de la Selva
Cuando ya veo Port de la Selva no puedo evitar hacer una pequeña trampa: en lugar de seguir el GR, que bordea la costa por la Punta de la Creus, bajo directamente hacia la playa, lo que me ahorra aproximadamente un kilometro. Una vez abajo entro en un supermercado donde compro algo para comer, descanso un poco y continúo. Llega el tramo más duro de la etapa de hoy, la subida al monasterio de Sant Pere de Rodes.

El GR sigue hasta Selva de Mar (al parecer antes iba junto a la carretera que sube al monasterio), por un sendero bastante curioso que coincide con los caminos rurales de piedra seca.

Curioso caminito

Selva de Mar. Un pueblo que vale la pena visitar
Hasta aquí no ha sido muy duro. A partir de aquí comienza la subidita. Es bastante empinada, pero por suerte las nubes hacen que el calor sea menos agobiante. Finalmente llego arriba.


El monasterio de Sant Pere de Rodes
Ya que estoy aquí, subo hasta el Castell de Verdera para añadir uno más a mi lista de 100 cims.

El Port de la Selva y Selva de Mar desde el Castell de Verdera
Vuelvo a bajar al monasterio donde hago una parada para comer.

Una sombra siempre se agradece
Y a partir de aquí ya todo hacia abajo. En una hora llego a la pensión donde hago la rutina que habré de hacer todos los días: estiramientos, revisión y masaje de pies, lavar ropa, ducha y escribir la entrada del blog.

Llançà desde el Coll del Perer
Luego cenar y a la cama. En resumen, una etapa interesante por el paisaje (diferente a lo que se puede esperar en el Pirineo), bien señalizada y no muy cansada. Supongo que ha influido el que no haya tenido un sol de justicia, porque si hubiera sido así, seguro que hubiera acabado mucho más cansado.

Eso sí: calor ha hecho:



2 comentarios:

  1. Certament diferent és aquest paisatge que t'ha semblat volcànic en el primers kilòmetres. He seguit la teva recomanació de recorre'l i ha valgut molt la pena.

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  2. Eeeep, que et saltes trossos, a veure si no t'homologuen la travessa!

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